
Seleccionamos funcionalmente la materia prima con la que edificaremos la experiencia.
Contando con una estrategia clara, es sencillo determinar los contenidos que harán parte de la presentación. Sin importar cual sea el tema para persuadir a nuestra audiencia, es importante lograr un buen equilibrio de contenidos que apelen a la razón, la emoción y la credibilidad.
Este ejercicio consiste en enunciar en una frase los contenidos asociados con la idea que vamos a presentar, para luego seleccionar los más relevantes.
Racional:
Argumentos lógicos, teorías, cifras datos y definiciones generan una respuesta racional en la audiencia.
Emocional:
El lenguaje figurado, anécdotas, testimonios y el tono en el que nos dirigimos a la audiencia despiertan las emociones del público, conectándolos profundamente con el mensaje.
Credibilidad:
Demostrar idoneidad, conocimiento, confianza y ética genera credibilidad en el presentador y ayuda que la audiencia adopte su punto de vista.
Este audiovisual de TED Ed explica de manera sencilla y divertida el concepto de las tres vías de la persuasión desarrollada por Aristóteles en su tratado La Retórica.