A partir del diagnóstico elaborado elegimos el camino adecuado para entregar nuestro mensaje a la audiencia. Pensar estratégicamente nos permite cumplir con las expectativas del público, captar su atención y superar los retos a los que se enfrenta nuestra presentación. Así, optimizamos esfuerzos y creamos las bases de nuestra experiencia persuasiva.
Este documento será la hoja de ruta que guiará nuestro proceso.